En este artículo no voy a hablar del jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo ni de si es bueno o malo. No, no es ese el tema. Voy ha hablar de esas personas que se creen en posesión de la verdad, hasta tal punto que son capaces de juzgar a otras personas y determinar si o no buenos cristianos, sólo por su forma de pensar y actuar ante determinadas situaciones.
¿Quizá es mejor cristiano la persona que está todos los domingos en misa que el que va de vez en cuando? ¿O quizá lo es el que pertenece a más de un grupo y colabora con unas cuantas ONGs que los que no hacen nada de ésto? ¿Tal vez sean mejores los que cumplen al pie de la letra las Escrituras y la utilizan para su propio interés?
No amigos, debemos ser humildes y no creernos más y mejor que el otro por hacer más cosas. En esta vida nadie es mejor que nadie y nadie está en posesión de la verdad. Símplemente debemos respetarnos unos a otros tengamos los pensamientos que tengamos y seamos del lado que seamos.
No nos podemos juzgar unos a otros. La mejor solución sería ponernos delante de un espejo y preguntarnos a nosotros mismos ¿Soy yo un buen cristiano según mi forma de actuar ante las situaciones? Si somos capaces de respondernos con sinceridad tendremos la respuesta acertada y quizá se nos quiten las ganas de volver a jugzar a nadie. "El que esté libre de pecados que tire la primera piedra". Hagámos la prueba.
¿Quizá es mejor cristiano la persona que está todos los domingos en misa que el que va de vez en cuando? ¿O quizá lo es el que pertenece a más de un grupo y colabora con unas cuantas ONGs que los que no hacen nada de ésto? ¿Tal vez sean mejores los que cumplen al pie de la letra las Escrituras y la utilizan para su propio interés?
No amigos, debemos ser humildes y no creernos más y mejor que el otro por hacer más cosas. En esta vida nadie es mejor que nadie y nadie está en posesión de la verdad. Símplemente debemos respetarnos unos a otros tengamos los pensamientos que tengamos y seamos del lado que seamos.
No nos podemos juzgar unos a otros. La mejor solución sería ponernos delante de un espejo y preguntarnos a nosotros mismos ¿Soy yo un buen cristiano según mi forma de actuar ante las situaciones? Si somos capaces de respondernos con sinceridad tendremos la respuesta acertada y quizá se nos quiten las ganas de volver a jugzar a nadie. "El que esté libre de pecados que tire la primera piedra". Hagámos la prueba.
Pues mira amigo Jose Manuel, yo, que no soy un cristiano muy practicante que digamos, al que no le gusta mucho la Semana Santa y que opina que la Iglesia Católica tiene más de interés económico que de humano, creo que en el fondo de la cuestión de tu comentario tienes más razón que un santo, nadie, absolutamente nadie está en posesión de la verdad, sólo tiene "su" propia verdad y ésta no puede anteponerla por encima de la verdad de nadie, si somos capaces de convencernos de ello y hacerlo entender a nuestros hijos habremos dado un paso gigantesco para ser unas personas como "Dios manda". Un saludo.
ResponderEliminarPrecisamente en las lectura del Evangelio de la semana pasada Jesús hace referencia a este tipo de personas que, como el fariseo, se dan golpes de pecho en la Iglesia y desprecia al que no suele ir al templo porque es un pecador, como el publicano de la parábola la semana pasada, o Zaqueo, el recaudador de impuestos de la parábola del Evangelio de esta semana, al que todos despreciaban también por ser un pecador y pensaban que Jesús debería acercarse antes a ellos que a este hombre.
ResponderEliminarEn realidad, como dice Juan Antonio, nadie está en posesión de la verdad. Hay que respetar a todo el mundo, aunque no compartamos sus razones. Jesucristo sí es el camino, la verdad y la vida. Así que tomemos ejemplo de lo que hizo con Zaqueo, en el Evangelio de esta semana; no le juzgó ni le convenció con "su verdad" para que dejara de robar al pueblo, sólo se acercó a él y fue a comer a su casa.