El pasado sábado apareció el cadáver de Cristina la menor de la localidad toledana de Seseña presuntamente asesinada por una compañera. Otra menor asesinada y otra menor presunta culpable.
Todos nos preguntamos hasta cuándo va a durar esto.
Cuando un asesino de la banda terrorista ETA comete un crimen y es detenido les cae todo el peso de la ley y cumplen la condena íntegra. Si un menor comete un crimen ingresa en un Centro durante 6 meses prorrogables a otros 6 más y si transcurrido este tiempo no se ha celebrado el juicio sale en libertad. ¿Quiere esto decir que el etarra es más asesino que el menor? ¿O quiere decir que unas víctimas tienen más categoria que otras?
Esto hay que pararlo de una vez por todas. Los menores no deben tener la impunidad que disfrutan en estos momentos al estar protegidos por una ley mal hecha y que está encaminada a que cada vez cometan más barbaridades.
Nuestros gobernantes se tienen que dar cuenta de una vez que a quien hay que proteger es a la victima y no al asesino, y no me vale decir que los menores perderían su vida si se les encierra y no se les podría reinsertar en la sociedad, porque en estos casos los que pierden son las víctimas, que pierden la vida y, los familiares, que pierden a un ser querido que aún no ha empezado a vivir.
La ley del menor hay que cambiarla ya. Sólo así se pondrá fin a este continuo goteo de muerte de menores a mano de otros menores que lo son sólo de edad.
Todos nos preguntamos hasta cuándo va a durar esto.
Cuando un asesino de la banda terrorista ETA comete un crimen y es detenido les cae todo el peso de la ley y cumplen la condena íntegra. Si un menor comete un crimen ingresa en un Centro durante 6 meses prorrogables a otros 6 más y si transcurrido este tiempo no se ha celebrado el juicio sale en libertad. ¿Quiere esto decir que el etarra es más asesino que el menor? ¿O quiere decir que unas víctimas tienen más categoria que otras?
Esto hay que pararlo de una vez por todas. Los menores no deben tener la impunidad que disfrutan en estos momentos al estar protegidos por una ley mal hecha y que está encaminada a que cada vez cometan más barbaridades.
Nuestros gobernantes se tienen que dar cuenta de una vez que a quien hay que proteger es a la victima y no al asesino, y no me vale decir que los menores perderían su vida si se les encierra y no se les podría reinsertar en la sociedad, porque en estos casos los que pierden son las víctimas, que pierden la vida y, los familiares, que pierden a un ser querido que aún no ha empezado a vivir.
La ley del menor hay que cambiarla ya. Sólo así se pondrá fin a este continuo goteo de muerte de menores a mano de otros menores que lo son sólo de edad.
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