Últimamente se está hablando mucho del maltrato animal por parte de estos grupos que ahora están de moda y que para acabar con lo que ellos llaman maltratar a un animal son capaces de llegar a los Parlamentos de las Comunidades Autónomas como ha ocurrido en el Parlamento Catalán con la abolición de las corridas de toros, o como pretenden hacer también en Andalucía con el mismo tema.
Pero ¿qué ocurre cuando el que maltrata es un animal? Pues muy sencillo: o queda impune, o le caen pocos años y una indemnización. Como habrán comprobado con esta última apreciación no me estoy refiriendo a un animal de cuatro patas, sino de dos. Me refiero a esos malditos hijos de perra que maltratan a las mujeres física o psicológicamente, auque este noble animal sea más dócil y bueno que el propio hombre.
Ante este maltrato ¿por qué no se opta por hacer igual que los antitaurinos y se presentan firmas para que se endurezcan las penas a estos malditos? ¿donde está la sensibilidad del Pueblo español? ¿por qué se cuida más a un animal que a la propia mujer?
Una vez más preguntas sin respuestas. Pero aquí también debe jugar un papel muy importante la mujer. Las mujeres maltratadas no deben callar, aunque el miedo muchas veces bloquee a las personas. Quizá la solución no sea enfrentarse a estos energúmenos, sino contarle el problema a los seres más cercanos, ya que estos en la mayoría de las ocasiones ignoran la situación y cuando se enteran ya es demasiado tarde, o a los Centros que las Administraciones tienen habilitadas para este fin. De todas formas insisto que la sociedad podemos hacer mucho por erradicar esta lacra.
No soy antitaurino y soy amante de la Fiesta, pero me quito el sombrero ante estas personas que luchan por conseguir un objetivo, y con la unión de todos los que piensan como ellos hay veces que lo logran. Aprendamos un poco de ellos y unámonos todos: Partidos Políticos, Asociaciones contra el maltrato, Administraciones, y sociedad en general, para evitar de una vez que el animal de dos patas siga maltratando.
Y a tí mujer, vence el miedo, cuenta el problema y empieza a vivir en paz.
Pero ¿qué ocurre cuando el que maltrata es un animal? Pues muy sencillo: o queda impune, o le caen pocos años y una indemnización. Como habrán comprobado con esta última apreciación no me estoy refiriendo a un animal de cuatro patas, sino de dos. Me refiero a esos malditos hijos de perra que maltratan a las mujeres física o psicológicamente, auque este noble animal sea más dócil y bueno que el propio hombre.
Ante este maltrato ¿por qué no se opta por hacer igual que los antitaurinos y se presentan firmas para que se endurezcan las penas a estos malditos? ¿donde está la sensibilidad del Pueblo español? ¿por qué se cuida más a un animal que a la propia mujer?
Una vez más preguntas sin respuestas. Pero aquí también debe jugar un papel muy importante la mujer. Las mujeres maltratadas no deben callar, aunque el miedo muchas veces bloquee a las personas. Quizá la solución no sea enfrentarse a estos energúmenos, sino contarle el problema a los seres más cercanos, ya que estos en la mayoría de las ocasiones ignoran la situación y cuando se enteran ya es demasiado tarde, o a los Centros que las Administraciones tienen habilitadas para este fin. De todas formas insisto que la sociedad podemos hacer mucho por erradicar esta lacra.
No soy antitaurino y soy amante de la Fiesta, pero me quito el sombrero ante estas personas que luchan por conseguir un objetivo, y con la unión de todos los que piensan como ellos hay veces que lo logran. Aprendamos un poco de ellos y unámonos todos: Partidos Políticos, Asociaciones contra el maltrato, Administraciones, y sociedad en general, para evitar de una vez que el animal de dos patas siga maltratando.
Y a tí mujer, vence el miedo, cuenta el problema y empieza a vivir en paz.
Hola, solo quiero decirte una cosa, el maltrato a las personas, sean del género que sean, está penado por la ley, el maltrato a algunos animales, no.
ResponderEliminarY que no se te olvide, somos más animales que los toros, porque le hemos usurpado la cornamenta, jajaja, esto es broma, un saludo.
Un antitaurino.