Como dice el refrán: al perro flaco todo se le vuelven pulgas, y eso es lo que le está ocurriendo esta temporada al Cádiz C. F.
A la nefasta configuración de la primera plantilla por parte del Director Deportivo Julio Fernandez Peguero, la falta de aportación económica del Presidente del Consejo de Administración, Antonio Muñoz, para la realización de fichajes, y la imposibilidad del equipo de sacar los partidos adelante y a salir de los puestos de descenso, se le une ahora la negativa de la empresa Gol 3000, adjudicataria de la tienda oficial, a abandonar las instalaciones que están situadas en los bajos de la tribuna. Esto conlleva la paralización de la obra de derribo de la vieja grada y el consiguiente retraso en la construcción de la nueva tribuna.
Parece increible, pero para la celebración del centenario del equipo cadista vamos a tener un estadio sin terminar y con una grada menos.
Ni sabemos ni nos interesa quién tiene la razón en este conflicto, pero el propietario debería poner de su parte y abandonar la postura tan negativa de no desalojar la tienda. Esto no va a perjudicar sólo a la entidad amarilla sino a miles de cadistas que no van a poder disfrutar a tiempo de la nueva grada. Unos aficionados de los cuales él ha dependido durante unos años y han entrado en su tienda para comprar los productos que se ofrecian.
Ahora le toca el turno a Gol 3000 y hacer algo por los cadistas: abandonar la grada y dejar que se construya la nueva. Luego, si quiere ir contra el Cádiz o contra Muñoz que lo haga, pero en este momento debe mirar por la afición que en su dia le dio de comer.
A la nefasta configuración de la primera plantilla por parte del Director Deportivo Julio Fernandez Peguero, la falta de aportación económica del Presidente del Consejo de Administración, Antonio Muñoz, para la realización de fichajes, y la imposibilidad del equipo de sacar los partidos adelante y a salir de los puestos de descenso, se le une ahora la negativa de la empresa Gol 3000, adjudicataria de la tienda oficial, a abandonar las instalaciones que están situadas en los bajos de la tribuna. Esto conlleva la paralización de la obra de derribo de la vieja grada y el consiguiente retraso en la construcción de la nueva tribuna.
Parece increible, pero para la celebración del centenario del equipo cadista vamos a tener un estadio sin terminar y con una grada menos.
Ni sabemos ni nos interesa quién tiene la razón en este conflicto, pero el propietario debería poner de su parte y abandonar la postura tan negativa de no desalojar la tienda. Esto no va a perjudicar sólo a la entidad amarilla sino a miles de cadistas que no van a poder disfrutar a tiempo de la nueva grada. Unos aficionados de los cuales él ha dependido durante unos años y han entrado en su tienda para comprar los productos que se ofrecian.
Ahora le toca el turno a Gol 3000 y hacer algo por los cadistas: abandonar la grada y dejar que se construya la nueva. Luego, si quiere ir contra el Cádiz o contra Muñoz que lo haga, pero en este momento debe mirar por la afición que en su dia le dio de comer.
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