En el momento en el que estoy escribiendo este artículo es la una y media de la madrugada del viernes día 21; estoy sentado, como buenamente puedo, en una butaca lo suficientemente dura como para crearte una fistula en el lugar donde la espalda pierde su nombre al lado de la cama de mi padre en el Hospital Puerta del Mar, este Hospital que está llamado a ser santo y seña de los Hospitales de Andalucía cuando se construya el nuevo equipamiento.
Sin lugar a dudas estas noches son las más largas que un ser humano puede padecer ya que, por mucho que mires el reloj, éste parece haberse parado. Si a esto le unes el mal equipamiento que el acompañante dispone para cuidar a su familiar tenemos una noche insoportable. Todos sabemos que al hopital no se va a dormir pero por lo menos deberíamos estar lo más cómodo posible.
Con esto quiero en primer lugar hacer un llamamiento a los responsables para que hagan algo al respecto y así los familiares tengan un equipamiento digno acorde con el lugar en el que se encuentran; y en segundo lugar quiero hacer un homenaje a todos esos familiares que no sólo tienen que sufrir con la enfermedad de su familiar sino que tiene que soportar de esta forma las noches más largas.
Miremos por la comodidad de los enfermos pero no nos olvidemos de los familiares.
Sin lugar a dudas estas noches son las más largas que un ser humano puede padecer ya que, por mucho que mires el reloj, éste parece haberse parado. Si a esto le unes el mal equipamiento que el acompañante dispone para cuidar a su familiar tenemos una noche insoportable. Todos sabemos que al hopital no se va a dormir pero por lo menos deberíamos estar lo más cómodo posible.
Con esto quiero en primer lugar hacer un llamamiento a los responsables para que hagan algo al respecto y así los familiares tengan un equipamiento digno acorde con el lugar en el que se encuentran; y en segundo lugar quiero hacer un homenaje a todos esos familiares que no sólo tienen que sufrir con la enfermedad de su familiar sino que tiene que soportar de esta forma las noches más largas.
Miremos por la comodidad de los enfermos pero no nos olvidemos de los familiares.
Hola José Manuel. Como estas y como se encuentra tu padre, espero que bien, me uno a tu comentario sobre esas malas noches en el hospital, yo también la e sufrido, espero que cuando se construya el nuevo los acompañantes de los enfermos tengamos un sillón un poco más cómodo ( tampoco muy cómodo), como tu comenta no se va a dormir.
ResponderEliminarUn abrazo José Manuel de este tu amigo Paco.