viernes, 10 de junio de 2011

INCONGRUENCIAS EN EL SENO DE LA IGLESIA

En los últimos días la Iglesia ha estado muy presente en los medios de comunicación proponiendo la celebración de actos conmemorativos y anunciando cambios en algunas celebraciones en nuestra ciudad. Estas proposiciones son incongruentes con la forma de actuar de la Iglesia en otras ocasiones, y me explico.

La Hermandad de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo estuvo luchando durante muchos años para que su día de salida volviera a ser el Sábado Santo. La Iglesia se negaba porque decía que en este día no se podía celebrar ninguna Estación de Penitencia porque lo prohibía la liturgia. Tras mucho trabajo se consigue que accedan a esta petición pero con la condición de que la Hermandad debe recogerse antes de que comience la Vigilia Pascual ya que el horario de ésta no se puede modificar. Igualmente va a ocurrir con la Procesión Magna organizada en el 2012 para conmemorar el Bicentenario de la Constitución Española. Las Hermandades deben estar en sus templos antes de que comience la Vigilia. Sin embargo nos encontramos con que a la misma Iglesia se le antoja adelantar, por ejemplo, el horario de la Misa del Gallo de Navidad y la cambia. O el anuncio hecho sobre el adelantamiento de la hora del Pontifical del Corpus y la Procesión de Alabanza.

Otra de las incongruencias es la siguiente: hace unos años esta misma Iglesia permitió que uno de sus prelados prohibiera el traslado en procesión de una Imagen Sagrada hacia la Catedral gaditana y la Imagen tuvo que ser trasladada en furgoneta. Me estoy refiriendo al problema suscitado entre la Archicofradía de Columna y el párroco y Director Espiritual Enrique Arroyo. Sin embargo ahora se inventan un Via-Crucis para el mes de agosto en el que van a intervenir diversas Hermandades de la Provincia para emular la Magna que se va a celebrar en Madrid con motivo de la visita del Papa a nuestro país en la Jornada Mundial de la Juventud.

Según todo esto, parece que la Iglesia cambia las cosas a su antojo para su propio beneficio y no pasa nada, sin embargo cuando alguna otra institución o persona pretende cambiar algo se encuentra con la negativa como respuesta o con miles de impedimentos.

Esto no es coherente y si pretenden llenar las Iglesias de fieles, ésta no es la mejor de las formas. Señores del Obispado sean más serios y demócratas y si quieren que el Pueblo destierre de una vez ese dicho de: "con la Iglesia hemos topado", el asunto está en sus manos. Además deben darse cuenta de que todos somos Iglesia, y la Iglesia es de todos, no sólo de los que llevan alzacuello y bonete. Que Dios reparta suerte y nos coja confesados.

1 comentario:

  1. María Jesús Costa Ruiz10 de junio de 2011, 20:36

    Yo creo que todas las normas se pueden modificar siempre que al final contribuyan a mejorar las cosas da igual quien las proponga. Prohibir las nuevas iniciativas aleja a la gente en lugar de hacer que se sientan acogidas en la Iglesia.

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