El pasado sábado fuí a despedir a un familiar cercano en su último viaje hacia el Cementerio Mancomunado de la Bahía de Cádiz. Este familiar, desde que emigró a la vecina localidad de Chiclana de la Frontera, ayudó a diestro y siniestro a cientos de personas si pedir nada a cambio.
Durante 12 años fue Hermano Mayor de una señera Cofradía de Chiclana. En el desempeño de su cargo llegó a realizar, entre otras muchas cosas, la Capilla donde radican actualmente los Titulares de esta cofradía sin que esta tuviera que desembolsar ni un euro para su construcción. Por razones que ahora no vienen al caso, esta persona tuvo que dejar el cargo con todo su pesar porque esta Cofradía era su vida.
Pues bien, el pasado viernes este familar falleció después de una larga enfermedad y como comenté al principio de este artículo se enterró el sábado, sin la presencia de ningún miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la que fue Hermano Mayor.
Esto, y aunque me duela en el alma decirlo como cofrade que soy, me hace pensar que aún hay Cofradías que que se alejan mucho del verdadero significado de la palabra Hermandad. Pertenecer a una Hermandad lleva consigo el compromiso con la Institución a la que perteneces, pero principalmente el amor al hermano, y estos señores me han demostrado que de eso nada de nada.
Señores cofrades, el estar al frente de una Cofradía tan importante como la vuestra os compromete a velar por el hermano y, cristianamente hablando a tratar a todo el mundo por igual. Ese es el mejor ejemplo que le podéis dar a los cientos de niños que acompañan todos los años a vuestros Titulares. Eso es hacer Hermandad, y con todos mis respetos, Uds. en esta ocasión no lo han sido.
Durante 12 años fue Hermano Mayor de una señera Cofradía de Chiclana. En el desempeño de su cargo llegó a realizar, entre otras muchas cosas, la Capilla donde radican actualmente los Titulares de esta cofradía sin que esta tuviera que desembolsar ni un euro para su construcción. Por razones que ahora no vienen al caso, esta persona tuvo que dejar el cargo con todo su pesar porque esta Cofradía era su vida.
Pues bien, el pasado viernes este familar falleció después de una larga enfermedad y como comenté al principio de este artículo se enterró el sábado, sin la presencia de ningún miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la que fue Hermano Mayor.
Esto, y aunque me duela en el alma decirlo como cofrade que soy, me hace pensar que aún hay Cofradías que que se alejan mucho del verdadero significado de la palabra Hermandad. Pertenecer a una Hermandad lleva consigo el compromiso con la Institución a la que perteneces, pero principalmente el amor al hermano, y estos señores me han demostrado que de eso nada de nada.
Señores cofrades, el estar al frente de una Cofradía tan importante como la vuestra os compromete a velar por el hermano y, cristianamente hablando a tratar a todo el mundo por igual. Ese es el mejor ejemplo que le podéis dar a los cientos de niños que acompañan todos los años a vuestros Titulares. Eso es hacer Hermandad, y con todos mis respetos, Uds. en esta ocasión no lo han sido.
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