Cuando una persona es elegida para representar a un pueblo, una ciudad, una región o una nación no debe dejar de ser como es, y me explico. Yo tengo unos sentimientos y una forma de ser y de pensar. Cuando ves que algo no se está haciendo bien dentro de un partido político, aunque sea al que perteneces, debes denunciarlo y no someterte a lo que digan los dirigentes.
Un claro ejemplo de lo que digo es lo que ha ocurrido en el seno del Partido Socialista en las elecciones del pasado domingo. Desconozco si en este partido había alcaldes o presidentes autonómicos que estaban en desacuerdo con las medidas que el gobierno de Zapatero estaba imponiendo a los españoles para salir de la crisis, medidas, por otra parte, antipopulares y equivocadas. Si es así y han callado, la corriente en contra del Presidente les ha salpicado hasta el punto de perder alcaldías y Comunidades importantes.
Las personas debemos tener personalidad incluso en la política. Si ves que tu partido se va a estrellar y no piensa hacer nada para evitarlo, no te estrelles con él y márchate. Un claro ejemplo lo tenemos en Asturias. Álvarez Cascos no estaba de acuerdo con que no se le designara candidato y optó por abandonar el Partido Popular. Se presentó por otro partido y hasta ha ganado las elecciones. Otro ejemplo, esta vez en el partido Socialista, es el caso del ex-consejero de Gobernación Luis Pizarro. El Sr. Pizarro no estaba de acuerdo con la destitución del entonces Delegado del Gobierno en Cádiz y como tal se lo hizo saber al Presidente Griñán. Al obtener respuesta negativa por parte de éste tomó la decisión de presentar su dimisión y marcharse.
Insisto amigos, si no estamos de acuerdo con algo, intentemos arreglarlo con las personas adecuadas y si no lo conseguimos no rompamos con nuestra personalidad y no nos vendamos al mejor postor. Esto nos puede perjudicar igual que les ha perjudicado a muchos y buenos políticos que pertenecen al Partido Socialista.
Un claro ejemplo de lo que digo es lo que ha ocurrido en el seno del Partido Socialista en las elecciones del pasado domingo. Desconozco si en este partido había alcaldes o presidentes autonómicos que estaban en desacuerdo con las medidas que el gobierno de Zapatero estaba imponiendo a los españoles para salir de la crisis, medidas, por otra parte, antipopulares y equivocadas. Si es así y han callado, la corriente en contra del Presidente les ha salpicado hasta el punto de perder alcaldías y Comunidades importantes.
Las personas debemos tener personalidad incluso en la política. Si ves que tu partido se va a estrellar y no piensa hacer nada para evitarlo, no te estrelles con él y márchate. Un claro ejemplo lo tenemos en Asturias. Álvarez Cascos no estaba de acuerdo con que no se le designara candidato y optó por abandonar el Partido Popular. Se presentó por otro partido y hasta ha ganado las elecciones. Otro ejemplo, esta vez en el partido Socialista, es el caso del ex-consejero de Gobernación Luis Pizarro. El Sr. Pizarro no estaba de acuerdo con la destitución del entonces Delegado del Gobierno en Cádiz y como tal se lo hizo saber al Presidente Griñán. Al obtener respuesta negativa por parte de éste tomó la decisión de presentar su dimisión y marcharse.
Insisto amigos, si no estamos de acuerdo con algo, intentemos arreglarlo con las personas adecuadas y si no lo conseguimos no rompamos con nuestra personalidad y no nos vendamos al mejor postor. Esto nos puede perjudicar igual que les ha perjudicado a muchos y buenos políticos que pertenecen al Partido Socialista.