En unas horas comenzamos a vivir la Semana Santa. Una
Semana en la que conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén, la última Cena
del Señor, el Viacrucis, y la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, hasta
llegar al día en el que se conmemora la fiesta principal del cristianismo como
es la Resurrección de Jesucristo al tercer día de haber sido crucificado.
Un tiempo en el que miles de personas dan testimonio público de Fe participando en los distintos Cortejos Procesionales que salen por las calles de nuestras ciudades acompañando a los Sagrados Titulares de las distintas Hermandades y Cofradías.
Aunque Jesucristo sea el Personaje principal de todos estos acontecimientos, no nos podemos olvidar de una persona que se quedó sola, desconsolada, triste y llena de dolor porque ve como a su Hijo lo han descendido de la Cruz muerto. Hoy es su día, hoy es el día de Nuestra Señora de los Dolores. Ella nos tiende sus manos y nos pide que abramos los ojos y el corazón a la humanidad porque su Hijo murió por todos nosotros. Nos pide que seamos como esas madres que ven como sus hijos se consumen en la delincuencia y en la droga, pero a pesar de todo no dejan de quererlos. Ella nos pide que muramos también por la humanidad.
A ti Señor, te clavaron
de pies y manos en la Cruz.
Esa Cruz que tu llevaste
sobre tu hombro dolorido,
esa Cruz que Tu cargaste,
y que nuca será olvido.
Ya está muerto el Señor
de toda la humanidad,
y que su vida donó
con mucha felicidad.
Esta donación es plena,
y está llena de esplendor
porque a Jesús descendido
de esa Cruz que nos quedó
solo acompañó María
la bien llena de Dolor.
(Extracto del Pregón de Cuaresma de la Parroquia de
San Lorenzo Mártir de Cádiz en el año 1995 disertado por José Manuel Prado
González)